domingo, 27 de mayo de 2018

Deforestación del bosque nativo.

La deforestación implica la pérdida progresiva de la superficie boscosa. En general, está vinculada al avance de las actividades agropecuarias y al cambio en el uso del suelo, que pasa de ser forestal a ser agrícola, ganadero o una combinación de ambos.
Con la deforestación, no solamente desaparece el bosque, sino también se inician los procesos de degradación del suelo. Esto se debe a que los árboles forman una cubierta protectora del suelo. Si esta cubierta es removida, el suelo queda expuesto a la erosión y es fácilmente destruido.
Otra de las causas de la deforestación es el reemplazo del bosque nativo por el implantado. En estos casos, se talan las especies originarias y se plantan otras que, en general, son de crecimiento rápido y presentan un alto valor en el mercado. De esa forma, se reduce la diversidad natural del ecosistema para acelerar los tiempos de comercialización y obtención de ganancias. En otros casos, las plantaciones pueden realizarse con el fin de recuperar parte del bosque original.

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